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Analizamos la escritura de Personajes Famosos
En este apartado especial, analizaremos la escritura de personajes famosos, queremos aportar nuestro punto de vista sobre el carácter de algunos personajes reconocidos, iremos alimentando esta lista a lo largo del tiempo. Esperamos que os guste y podáis observar que la Grafología es una ciencia reconocida, que permite conocer el ser en su más puro aspecto.
FRIDA KAHLO
Frida Kahlo nació el 6 de julio de 1907 a Coyoacán, al sud de Ciudad de México, y murió el 13 de julio de 1954, a los 47 años.
Bajo la influencia del realismo, el surrealismo y el simbolismo desarrolló su expresión artística, sobre todo en la pintura y el grabado.
A través de su escritura vemos que Frida era una mujer independiente, de temperamento fuerte que se revelaba contra las normas establecidas. Era perseverante y cuando se proponía una cosa no paraba hasta conseguirla, con una tozudez que podía llegar a la obsesión.
De principios sólidos, era amante de las tradiciones y de la familia. También era muy sensible y se sabía vulnerable, por eso quería dar una imagen de fortaleza, para que no le hicieran daño.
La grafía de Frida es rica, variada y variable, ya que refleja todas las emociones vividas: pasión, dolor, sufrimiento y desolación. Frida necesitaba exteriorizar sus pasiones y afectos y lo hacia con un trabajo pulcro y minucioso.
Podemos ver como su escritura va cambiando, a veces llenos de rectificaciones y cambios de presión. La desesperación, el orgullo herido y la depresión de Frida quedan reflejados en toda su crudeza. Impresiona el nombre de su marido, Diego, escrito como si fueran ondas que se van diluyendo, imagen de un amor que ella veía como se desvanecía por momentos.
CHARLES CHAPLIN
Charles Spencer Chaplin nació el 16 de abril de 1889 en Walwort, un suburbio de Londres.
Lo primero que nos transmite su escritura es fuerza.
Charles Chaplin era una persona luchadora, que se sentía motivado por nuevos retos. Cuando había decidido emprender un proyecto se mostraba eminentemente práctico, iba al grano y no se tiraba atrás, canalizando bien su energía hacia sus objetivos.
Era un hombre impulsivo, seguro de él mismo, con un fuerte liderazgo que podía ejercer de manera autoritaria, haciendo prevaler sus opiniones y sin dejar demasiado margen a los demás.
Ambicioso, apasionado e impaciente, muchas veces actuaba sin pensar, improvisando sobre la marcha. Muy ágil mentalmente, intuitivo e imaginativo. En el ámbito social se sentía como pez en el agua, ya que era extravertido, tenia mucho carisma y era un excelente comunicador.
Dotado de mucho talento y sensibilidad, denunciaba las injusticias como buenas dosis de ironía.
MARIA CALLAS
Maria Callas, llamada “La Divina” por su capacidad vocal y talento escénico.
Era hija de emigrantes griegos que llegaron a Estados Unidos en agosto de 1923 y se instalaron en Nueva York. Como el apellido del padre era difícil pronunciarlo en inglés (Kalogerópoulos) se lo cambió por Callas.
En el año 1937 los padres se separaron y Maria y su hermana volvieron a Grecia con la madre. Maria empezó su formación en el Conservatorio Nacional de Atenas, falsificando su edad ya que todavía no tenía los 16 años reglamentarios.
Elvira Hidalgo fue su maestra y, con el tiempo, su amiga y confidente. Ella recondujo la voz de Maria Callas hacia el bel canto romántico.
En Italia conoció al industrial Giovanni Battista Meneghini, 30 años mayor que ella, que se convertiría en su marido, mánager y protector. El 16 de enero de 1949, en Venecia, con la opera “I Puritani” se convirtió en un mito iniciando una carrera de éxitos.
En noviembre de 1959 Maria Callas deja a su marido por el magnate griego Aristóteles Onassis. Después de 9 años de relación medio clandestina, Maria se entera por el diario que Onassis se casa con Jacqueline (viuda de John Fitzgerald Kennedy).
Herida en su orgullo, Maria no lo perdonó nunca. Además, durante su relación con Onassis se retiró y, cuando quiso volver a los escenarios, su voz había perdido fuerza. Abusó de los barbitúricos y somníferos, con los que intentó suicidarse. Murió sola, en su apartamento de París, a los 53 años de un ataque al corazón.
El análisis de su escritura nos muestra una mujer de carácter fuerte, vital, con mucha voluntad y determinación en sus decisiones. Ambiciosa en sus proyectos e impaciente por obtener resultados. Trabajadora, disciplinada, exigente y perfeccionista.
A nivel social se mostraba amable y comunicativa. Se movía en los diferentes ambientes con autoridad y confianza, pero interiormente a menudo se sentía frágil e insegura. Necesitaba el contacto de los demás. Apasionada, sensible y susceptible. Siempre vivió la dualidad entre la mujer que hubiera querido ser y la diva en la que se había convertido.
ANTONI GAUDÍ
Antoni Gaudí Cornet nació en Reus en 1852.
Tuvo una infancia difícil debido a una enfermedad reumática que arrastró toda su vida, y que le obligaba a estar más recluido que cualquier otro niño. Todo esto fue formando una personalidad introvertida y reservada.
El 7 de junio de 1926 fue atropellado por un tranvía en Barcelona y murió 3 días después en el hospital de la Santa Creu. Mossén Gil Parés y el arquitecto Domènech Sugrañes lo reconocieron, ya que hasta entonces todo el mundo pensaba que era un vagabundo indocumentado, por su aspecto humilde.
Gaudí fue un arquitecto con un sentido innato para la geometría y el volumen, máximo representante del modernismo catalán. Desafiaba las normas clásicas y exploraba las nuevas posibilidades que le ofrecían los materiales. Esto lo hizo con su famoso “trencadís” hecho de piezas de cerámica sobrante.
Cuando en el año 1878 acabó sus estudios en la Escuela de Arquitectura, su director, Elies Rogent dijo: “No sé si hemos dado el título a un loco o a un genio, el tiempo lo dirá”. En 1883 aceptó hacerse cargo de las recientes obras iniciadas del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia.
Teniendo bien presente la época de la escritura de Gaudí, observamos una firma con un destacado trazo inicial a la izquierda, fruto de la reflexión, la anticipación y la previsión que tenia de sus acciones, a la vez de una pastosidad en el trazo propia de su gran parte emocional que intentaba contener. Su escritura es sencilla, armoniosa, pequeña, con desigualdades en el color, con unas curvas agiles y unos signos de puntuación altos y bien precisos. El espacio interior es equilibrado y hace que cada palabra mantenga su propia identidad.
Gaudí era una persona independiente, autosuficiente, idealista, altamente sensible, intuitivo, imaginativo y soñador. A pesar de su alta emotividad, huía de los sentimientos y daba mucha más importancia a sus ideas. Reducía al máximo sus necesidades, refugiándose en su mundo interior donde encontraba toda su creatividad e inspiración.
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CARÁCTER- Estudio de Grafología en Barcelona. Equipo constituido por grafólogas diplomadas por la SOCIÉTÉ FRANÇAISE DE GRAPHOLOGIE, institución reconocida mundialmente.